La formación presencial en una Escuela de Negocios permite un seguimiento más personalizado de los alumnos, les ayuda a adquirir las habilidades para enfrentarse al mundo real y ayuda que forjen un carácter fuerte y seguro.
El mundo laboral de hoy exige contratar profesionales altamente cualificados en sus diferentes sectores. Esto implica poder obtener una formación mucho mayor, y especializada, que permita adquirir las habilidades necesarias para ser grandes empresarios de éxito, que sepan trabajar a pesar de los problemas aportando soluciones y sean capaces de dirigir un equipo ganador.
Además, las nuevas tecnologías hacen que todo cambie muy rápidamente, por lo que mantenerse al día con las técnicas más recientes hace de un trabajador un activo muy importante para su empresa.
Para poder llegar a lo más alto, una educación de calidad y de gran nivel es muy importante, por eso, realizar un MBA de la Escuela de Negocios de Madrid puede ayudar a adquirir las herramientas necesarias para ser un empresario de éxito.
La formación presencial dispone de muchas ventajas que ayudarán a los estudiantes a ser trabajadores valiosos en su futuro laboral.
Ayuda a forjar el carácter
En esta era tecnológica en la que vivimos, muchos alumnos acaban por escoger continuar sus estudios de manera online. Sin embargo, una formación presencial tiene muchas ventajas que no se toman en cuenta a la hora de escoger el mejor tipo de educación.
La educación presencial permite un contacto más directo entre profesores y alumnos, esto permite que el educador pueda conocer a sus estudiantes pudiendo adaptar la forma de enseñar para conseguir una mayor motivación e interés por parte del alumnado.
Las clases son mucho más dinámicas ya que se puede interactuar, crear debates y plantear ejercicios prácticos que de manera online no se podría hacer.
Tratar cara a cara con otros alumnos con diferentes caracteres, motivaciones y objetivos puede ayudar a aprender a trabajar en grupo. En la vida laboral un equipo de trabajo estará formado por personas con ideas y pensamientos distintos, hay que aprender a desempeñar un trabajo tomando en cuenta esas diferencias. Además, formar parte de un equipo mejora la autoestima porque uno siente que pertenece a algo grande. Ese sentimiento lleva a forjar grandes amistades y un carácter que transmite seguridad.
Aunque muchos creen que poder tener horarios adaptables (como pasa con la formación online) es lo mejor, en realidad tener que adaptarse a un horario permite que los alumnos aprendan a ser ordenados y responsables, dos cualidades que les ayudarán a ser personas resolutivas, que sepan tomar decisiones de manera autónoma y se mantengan fuertes ante la presión.
No hay errores tecnológicos
Una de las mayores ventajas de la formación presencial es que el alumno nunca se quedará “colgado”. ¿Cuántas veces mientras se trabaja con un ordenador éste se queda colgado porque un vídeo no entra bien o hay un error que no permite acceder a algún tema?
Estos problemas técnicos solo consiguen que el alumno se aburra, no termine el trabajo, incluso, acabe enfadado y desmotivado.
En una clase presencial no hay errores tecnológicos. El profesor siempre está ahí para ayudar a los alumnos, no hay que esperar a que se conecte para preguntar o conteste a un email. Las dudas se resuelven en el momento. Esto facilita mucho más el aprendizaje.
Seguimiento personalizado
Estudiar un MBA de la Escuela de Negocios EADA en modo presencial permite que los profesores puedan seguir de manera personalizada la evolución de sus alumnos. De esta manera podrán ayudarlos a conseguir la confianza necesaria para poder enfrentarse al mundo laboral que hay frente a ellos.
Gracias a la clases presenciales se puede conseguir que los alumnos participen en ellas de manera activa, esto hace posible que el profesor pueda conocer las habilidades de cada uno al crear situaciones que pueden ocurrir en la vida real, y da a los alumnos las habilidades necesarias para ser empresarios de éxito al terminar sus estudios.